DF Tax | Fortalecimiento de la colaboración tributaria público-privada en materia tecnológica

Víctor Villalón, académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información, FEN U. de Chile.

El cumplimiento tributario voluntario presenta retos y oportunidades significativas en la era digital. La digitalización y nuevos negocios han modificado la fisonomía de los marcos tributarios. Este año más de 40 jurisdicciones comenzarán a aplicar el Impuesto Mínimo Global, lo que supone una capacidad de medición de actividades y cadenas de valor nunca antes vista en materias internacionales.

Así como se han incrementado sustancialmente los intercambios de información entre los países, aumentan día a día los intentos informáticos maliciosos extranjeros contra los sistemas de los contribuyentes, incluyendo operaciones fraudulentas, secuestro de datos y otras, desafíos que se tornan críticos para las empresas que cumplen habitualmente con sus obligaciones tributarias.

“El cumplimiento tributario voluntario presenta retos y oportunidades significativas en la era digital. La digitalización y nuevos negocios han modificado la fisonomía de los marcos tributarios. Este año más de 40 jurisdicciones comenzarán a aplicar el Impuesto Mínimo Global, lo que supone una capacidad de medición de actividades y cadenas de valor nunca antes vista en materias internacionales”.

Se suma además los recientes cambios de la Ley 21.713 sobre cumplimiento tributario, la que puede incrementar sustancialmente la simplificación y la certeza tributaria, aspectos claves para la integridad del sistema impositivo.

Estos escenarios requieren de estrategias y herramientas modernas que prevengan, simplifiquen y aseguren una adecuada gestión de impuestos para los contribuyentes, sus intermediarios tributarios y las administraciones fiscales.

Para ello, las posibilidades actuales permiten conceptualizar una familia de ayudantes tecnológicos. Estos incluyen mecanismos de trazabilidad, diferentes artefactos basados en inteligencia artificial, modelos automatizados de riesgos tributarios y el uso intensivo de las Interfaces de Programación de Aplicaciones (API), que conectan los sistemas de información y procesos de cumplimiento entre contribuyentes y las administraciones.

Se trata de identificar colaborativamente un escenario de desempeño donde la tecnología asegure que las obligaciones tributarias se cumplen y los contribuyentes se queden tranquilos sobre sus cumplimientos. Ello supone permitir que distintas aplicaciones se comuniquen de manera directa entre la autoridad tributaria y los sistemas de información de los contribuyentes.

Sobre ello, las APIs ofrecen una solución para integrar sistemas de recaudación tributaria y mejorar la experiencia del usuario. Con ejemplos exitosos de administraciones como HMRC en el Reino Unido y el sistema X-Road en Estonia y Finlandia, ya existe un camino para explorar cómo una estrategia similar podría implementarse en Chile.

En el país, si bien el SII ha desarrollado APIs enfocadas en la emisión y gestión de Documentos Tributarios Electrónicos (DTE), existen espacios para cubrir áreas como la declaración de impuestos, el registro de contribuyentes, la gestión de devoluciones, las observaciones de las declaraciones de renta y de IVA, gracias a la implementación de la Ley 21.713.

Una estrategia de APIs, que incorpore código abierto y privado y sume a la inteligencia artificial, podría transformar el proceso de cumplimiento tributario, optimizando la gestión fiscal, reduciendo tiempos de espera y facilitaría el cumplimiento tributario y disminuiría la carga administrativa de los funcionarios, permitiendo una fiscalización más efectiva de los focos de interés institucional, particularmente sobre personas o entidades que buscan lesionar el sistema impositivo y social.

Por ello, es fundamental fortalecer la colaboración tributaria público-privada mediada con tecnologías, involucrando a empresas tecnológicas y profesionales tributarios para fomentar la innovación y crear soluciones efectivas que aseguren el cumplimiento y la certeza tributaria.  

Finalmente, es importante que la estrategia cuente con un sistema de medición de impactos y retroalimentación que identifique espacios de mejora continua, que permita asegurar en el mediano plazo los objetivos de desempeño deseables.